viernes, 23 de marzo de 2012

La Culpa es del Psicólogo.

Cuando los resultados deportivos no se dan en competencia según lo planificado, uno de los aspectos mas ligeramente abordados es la preparación psicológica, si realizado un entrenamiento adecuado o cuando la alimentación, descanso, equipo, u otros elementos han sido cuidados y trabajados para la competencia es fácil suponer que la culpa es de la preparación psicológica del deportista.

Ante un mal resultado no son pocos los críticos que consideran que el deportista se desconcentró, tomo una mala decisión, se puso nervioso desmotivado, esta falto de garra, incluso suelen algunos ser mas contundentes al opinar desde afuera y desde la lejanía calificando al deportista como miedoso, torpe, débil, materialista, por citar algunos términos escuchados en el campo de juego.

¿Es el psicólogo el culpable?

Subjetivamente podemos apreciar que al ser parte del cuerpo técnico del deportista el psicólogo es considerado muchas veces el único responsable de la preparación mental, no es raro escuchar decir a algún entrenador que falló la parte mental, es aquí donde vale una aclaración, la preparación mental debe ser concebida en la periodización del entrenamiento deportivo y los responsables son los miembros del equipo técnico con el entrenador a la cabeza, el trabajo interdisciplinario es fundamental.

¿Cuánto de entrenamiento mental se programa por sesión de entrenamiento?, ¿se planifica el trabajo psicológico?, ¿se han realizado valoraciones sicométricas?, ¿considera el entrenador el diagnóstico psicométrico en la planificación?, estas y más preguntas nos ofrecen una panorámica más completa. Más aún existen aspectos como conflictos emocionales, dificultades psicosociales, familiares, etc., que son aspectos que también influyen en el estado mental del deportista, es por ello que no se puede valorar ligeramente el estado mental de un deportista en competencia y menos aún desmerecer el trabajo y esfuerzo de años en los breves momentos que duran las competencias.

Decía John Wooden que un buen resultado es el haber hecho lo mejor posible, la realidad muestra tristemente como algunos dirigentes, entrenadores, periodistas, padres, compañeros, están obsesionados por el resultado, menoscabando la esencia del espíritu deportivo, el Olimpismo propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo y el respeto por los principios éticos universales.

La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana dijo un emperador francés hace mas de dos siglos, debe ser por ello que consideraba la victoria como mas peligrosa, es el momento oportuno para los aduladores, para quienes quieren tomar parte del éxito y aprovecharse del esfuerzo ajeno, de entre los elementos útiles en una derrota o mal resultado podemos discernir con quienes contamos en las situaciones difíciles, quienes están allí no para recibir sino para ofrecer, sabremos entonces quienes asumen su parte de responsabilidad y quien te hecha la culpa.

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