viernes, 28 de diciembre de 2012

Tatuajes y Atletas


Sobre las razones por las que una persona se realiza un tatuaje encontraremos tantas explicaciones como personas consultadas y es que las explicaciones o significado del tatuaje en la larga historia de la humanidad ha poseído diferentes interpretaciones y usos, por ello es difícil ofrecer un interpretación normalizada del por que o para que una persona se hace un tatuaje.

En esta perspectiva se incluye el tema del tatuaje en los deportistas, quienes en su condición de seres humanos no están exentos de este tipo de conductas, que es una realidad visible incluso en atletas de nivel olímpico. La decisión de hacerse un tatuaje implica el aspecto subjetivo, particular de cada persona pero estos aspectos se pueden agrupar para su análisis, no como un estigma o sentencia sobre quien se hace un tatuaje, hecho que es deplorable, sino como un mecanismo de interpretación que busca brindar ideas de referencia y orientación.

Analicemos en primera instancia el porqué, sin llegar a generalizar de manera rígida o inapelable podemos citar algunas razones clasificadas por J. Ballestermas una interpretación basada en algunas teorías psicológicas sobre las razones del porque se tatúan las personas y que se puede aplicar por añadidura a los atletas.

·         Identidad, donde los tatuajes pueden ser interpretados como un signo de filiación o de pertenencia a un grupo, pandilla, sociedad, etc. este es uno de los hechos por los que son discriminadas las personas al generalizar el uso de un tatuaje con actividades delictivas, limitando con esto las posibilidades de empleo, incluso en Estados Unidos es una razón para no permitir la legalización de un individuo. Sin embargo los símbolos de pertenencia no necesariamente son malos, existen muestras en el deporte de como un tatuaje resalta la pertenencia a un país, club, especialidad o que función cumple el deportista, etc.


Los Mara Salvatrucha
                                           USA Track& Field

·         Autoafirmación, característica en la que un tatuaje es interpretado como un testimonio o afirmación de lo que creo ser o se quiere llegar a ser, más común en los adolescentes y jóvenes en etapa de consolidación de su identidad, utilizado muchas veces como un medio de compensar la inseguridad, o puede ser también un medio para aseverar mi independencia e individualidad sobre mi entorno, algunos deportistas resaltan con ello sus características físicas o de personalidad.


Yana Maksimava de Bielorrusia  “The most beautiful


 Inika McPherson de USA “Bella


·         Culto o tributo, donde el tatuaje se realiza como consagración en muchos casos a Dios, imágenes u otros signos religiosos considerados sagrados, en esta clasificación pueden incluirse tatuajes de personas con las que se posee un vínculo sentimental que inspiran motivación o quienes se les dedica el esfuerzo deportivo, en otras acepciones representan una ideología, se incluye aquí también a próceres de la historia, héroes, imágenes de familiares, esposas, hijos,nombres de novios, enamoradas, etc.

 Creencias Religiosas en los tatuajes 

Admiración al Che plasmado en el tatuaje

·         Consumismo, entendido aquí el tatuaje como parte de la moda, vanidad, hacerlo por que los demás también lo hacen o porque me resulta gracioso llamativo, este puede ser uno de los aspectos donde el valor sentimental de un tatuaje menos relevancia posee, el deseo de hacerse un tatuaje nace mas en el impulso que en la reflexión sabia y con ello surge uno de los principales motivos para su posterior arrepentimiento. No es muy común observarlo en los deportistas de alto nivel.


Sin palabras…

·         Transgresión, entendida como un medio propio de la adolescencia y su agresividad, rebeldía, deseo de mostrar poder o el desacuerdo con la autoridad o con las limitaciones que impone un sistema como el familiar, escolar entre otros.Este tipo de tatuajes son muchas veces un manifiesto de inconformidad de rompimiento con el entorno, incluso se interpretan como in signo de inadaptación que es otro de los aspectos por los que la sociedad denigra a los tatuados.


A la libre interpretación…

·         Simbolismo, como una insignia de una casta, un recuerdo de un evento o sueño conquistado, como un distintivo de un hecho considerado especial o que reviste un valor sentimental ocurrido en algún momento de la vida, los anillos olímpicos son un ejemplo, al ser considerados como un emblema del tipo deportistas que alcanzó a ser en su carrera deportiva.



Los olímpicos

·         Abstractos, que se inclinan a una categoría más artística, en la que podríamos incluir aquellos que se los hacen por que resultan agradables, se ven bien, pueden tener algún significado particular pero no quieren que sea evidente, la mayor cualidad es que resultan atractivos o generan un aspecto interesante sin caer en la desadaptación o exageración, los tatuajes tribales son las más idóneos para ejemplificar este caso.

Ivet Lalova de Bulgaria         

   Frederick Bousquet de Francia

Pueden existir muchas más razones de las enunciadas por las que alguien se hace un tatuaje, la clasificación que se le quiera dar probablemente es lo que menos interesa a quien se hizo un tatuaje.

El quien se hace un tatuaje es otro factor importante que merece ser considerado, razonemos para ello un hecho básico la edad, los adolescentes, que al cursar una etapa donde la personalidad busca consolidarse,  poseen un criterio que es más sensible a la influencia externa, el juicio personal aun es ambivalente, por consiguiente la decisión de haberse hecho un tatuaje tiene más probabilidad de ser inconsistente y llevar a su posterior arrepentimiento, las conductas en esta etapa están enlazadas con la impulsividad más que la razón.

El ser un adulto por otro lado no garantiza la invariabilidad de una decisión pero ciertamente incrementa la estabilidad de esa decisión basada en un criterio con más conocimiento de causa y riesgos que asume con la claridad que brindan los años y el conocimiento acumulado.

Que si el tipo personalidad influya en la decisión de hacerse un tatuaje es también relativo, mucho se especula sobre el hecho de que entre las personas tatuadas predominan las de personalidad extrovertidas, sobre ello podemos decir claramente que el tipo de personalidad no determina el que se haga un tatuaje o no, es mucho más real que el tatuaje refleje datos sobre la personalidad, basándonos para ello en técnicas proyectivas o la psicología del color con las que podemos conjeturar varias concepciones sobre los “gustos o cualidades” de una persona en base del tamaño, ubicación, color, tipo de dibujo o forma de un tatuaje.

Finalmente antes de hacerse un tatuaje recuerde que hay teorías (medicina alternativa, vibracional, etc.) que hablan sobre la interrupción o alteración de los flujos energéticos del cuerpo. Los tatuajes son permanentes y borrarlos es un proceso mucho más largo, caro y doloroso que hacerse un tatuaje, y si decides finalmente hacerte un tatuaje considera contextos como:

·         Pensarlo bien, las veces que sea necesarias, no te dejes presionar
·         Asesoría equilibrada, consultar con personas de diferente criterio
·         Quien te lo hace, tiene que ser un profesional calificado, alguien que brinde confianza si no te sientes cómodo no lo pienses dos veces, sal de allí.
·         Higiene donde te lo hacen evitando zonas riesgosas, que material se utiliza, el instrumental, el tipo de tinta, etc.
·         Si posees alergias, infecciones o problemas de piel evita hacerte un tatuaje o consulta a un médico de confianza.
·         Seguir los cuidados después de hacértelo, higiene, humectación, etc.

Considérese finalmente que un deportista destacado es implícitamente un modelo social, lo que hace en tu estilo de vida, de entrenamiento, vestimenta, hábitos alimenticios, sociales u otras formas de comportamiento influyen en quienes los admiran, el hacerse un tatuaje sugiere que es correcto y algunos de sus admiradores (sobre todo los más jóvenes y niños) pensaran en hacerlo por que su héroe deportivo también se lo hizo.

Es siempre tu decisión, así que buena suerte y ¡piénsalo bien!...

viernes, 30 de noviembre de 2012

El MIEDO SU INFLUENCIA Y ALTERNATIVAS DE MANEJO EN EL DEPORTE




Cuando se habla sobre el manejo de las emociones “negativas” en el ámbito deportivo se puede recurrir a un amplio repertorio de estrategias psicológicas, la efectividad de una u otra estrategia dependerá de varios aspectos, tipo de competencia, personalidad del atleta, nivel deportivo, habilidades mentales, medio ambiente, etc., pero en definitiva “La mejor estrategia para un buen control emocional es la que al deportista le funciona”.

Si un deportista percibe una situación como difícil, peligrosa, o experimenta miedo su organismo normalmente desencadenara una reacción fisiológica de alarma, caracterizado por un incremento de la presión arterial, intensificación del metabolismo celular, aumento de glucosa en la sangre, de la frecuencia cardiaca y adrenalina que predispondrá al organismo para una respuesta de huida o ataque, ante la amenaza percibida, respuesta normal como parte del instinto de supervivencia.

Estas u otras reacciones físicas y mentales en desproporción, no son compatibles con un estado ideal de rendimiento, estado que para james Loehr, se caracteriza por estar concentrando, con la energía fluyendo sin esfuerzo. El miedo genera cambios en la forma de actuar, sin control interrumpirá el proceso de razonamiento, además disminuye la motivación, una vez que el miedo se apodera de la mente se genera un bloqueo de la capacidad mental. Como consecuencia de ello muchos atletas terminan haciendo lo contrario de lo que se espera realizar.

Una alternativa de utilidad es el cambio de perspectiva sobre el miedo, que sugiere interpretar al miedo de una forma “neutral” o incluso utilizarlo como un signo que despierte su parte positiva, sus fortalezas. El miedo al igual que otras emociones consideradas como negativas tiene como finalidad alertar, cuidar, prevenir, proteger al ser humano ante un hecho o estimulo considerado riesgoso. Su naturaleza en esencia no es mala, la cultura en la que vivimos no nos enseña a convivir saludablemente con este tipo emociones, por el contrario se lo define como una emoción insana propia de la cobardía, del débil.

Si un deportista percibe como negativa una emoción, persona, escenario o cualquier elemento involucrado en la competencia, esta percepción inducirá una reacción negativa, fisiológicamente ante la percepción de peligro nuestro sistema nervioso entra en un estado de alerta, de autoprotección, disminuyendo la capacidad de rendimiento. Al competir el atleta requiere disponer de todas sus capacidades, “dar todo de si mismo”. Si usted piensa que alguien o algo es útil, bueno, eficiente, sus reacciones serán positivas, imagine que el miedo es como un arma, mal usada puede causar serios problemas, pero con el uso adecuado puede ser de gran utilidad.

Deseche el concepto negativo del miedo para usted como deportista, piense que sentirlo es normal para así mantenerlo bajo control, piense que esta emoción es un llamado a estar alerta, que si siente temor es porque la competencia es importante para usted, evite pensar que siente miedo por cobarde, piense que el temor es porque quiere hacer bien las cosas, porque es responsable, así podrá tener mas posibilidades de mantener el control de esta emoción, utilice la perspectiva de que el temor aviva su fuerza, por que así lo decide, notará entonces como estas emociones se controlan e incluso desaparecen.

Decida que si surge el miedo usted lo utilizara como leña para el fuego de su espíritu, decida que si aparece el temor, la ansiedad, presión estas emociones serán evolucionadas en combustible para su fortaleza mental, decida que no son una amenaza, que serán usadas por usted como alfombrasobre las que caminará hacia su metas, decida utilizar las crisis como oportunidades para sacar la mejor que hay en usted.



miércoles, 31 de octubre de 2012

El día después de la derrota



Luego de la participación de la delegación ecuatoriana en los juegos olímpicos de Londres 2012, se pudo apreciar en los medios de comunicación en especial en la prensa deportiva y redes sociales, comentarios, confrontaciones y hasta ofensas de quienes criticaban su desempeño y los que defendían la participación de los atletas. Pero sobre esta situación ¿quién sabe realmente lo que vive un deportista después de la derrota?, ¿que sienten?, ¿que pasa por su mente?, la verdad solo ellos lo saben y nadie puede sentir lo que ellos sienten, podemos mirar, opinar, tratar de comprender hasta conmovernos por lo que apreciamos, pero hay que señalar que cada ser humano vive sus emociones de forma individual.

Ante un resultado contrario al esperado en competencia se puede entrever varios factores involucrados, pero cualquiera que fuese la explicación ante un “mal” resultado, el efecto natural del ser humano ante la adversidad es inicialmente el de experimentar emociones como el malestar, rabia, tristeza, decepción, irritación, dolor, u otras que se acompañan de alteraciones fisiológicas que se reflejan en la expresión facial, el tono de voz, reacciones musculares, de la presión arterial, cambios respiratorios, secreciones glandulares, por citar las más comunes.

Experimentar este tipo de emociones consideradas negativas es normal y son parte de un proceso de aprendizaje y adaptación, estas emociones actúan como un mecanismo de evaluación e impulso para actuar, si siente rabia o agresividad responderá a la defensiva o combatirá, distinguir algo como agradable o desagradable ayuda a crecer, a elaborar formas de interpretar la realidad y sobreponerse a la adversidad. En este contexto los deportistas pueden encontrar en la psicología científica y popular los medios para localizar éxito donde otros ven fracaso, la asimilación de experiencias desfavorables promueve la autorregulación del estado de ánimo, como un mecanismo cognitivo de equilibrio y superación en la tribulación, donde prevalezca la resiliencia.

hay que preparar, entrenar la mente para todo incluso para saber perder, no hacerlo abre la posibilidad de ser sorprendido o tener mayores problemas de adaptación, las emociones negativas podrían permanecer por un lapso de tiempo que vaya  mas allá de lo saludable generando sentimientos negativos, podrían incluso no ser superadas con las consecuencias previsibles. Una mente preparada, una mente resiliente, sabe que pese a la adversidad subsistirá la confianza, la tranquilidad y actitud por un futuro mejor, así las emociones negativas serán breves y de fácil resolución.

El día después de la derrota para muchos deportistas y en especial para los nuestros es el día del retorno, el de retornar al hogar, a los entrenamientos, es el día para asimilar experiencias, recuperarse y ser mejor persona, no es fácil e implica un proceso atareado y continuo de crecimiento pero ese es el camino del deportista, no hay espacio ni tiempo para desperdiciar, hay que volver al camino del esfuerzo y la constancia, mantenerse entrenado por sus objetivos pese a todo.

miércoles, 17 de octubre de 2012


La Modestia en el Deportista


Cuando un deportista logra buenos resultados o grandes proezas en los campos de competencia suele manifestarse en algunas ocasiones la sugerencia por parte de padres de familia, amigos y/o entrenadores de fomentar la modestia ante lo conseguido ya que de no hacerlo se podría ocasionar una sobre-valoración de las cualidades del deportista o una distorsión del concepto mismo.

Según el diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe: modestia se refiere a la humildad, a la falta de vanidad y no ostentación de los propios méritos. Esta actitud o cualidad puede conceder al deportista exitoso una virtud más en la constitución de su personalidad, esta actitud pretendida como medio para alcanzar un control emocional implica el dominarse en las expresiones y hasta pensamientos que surgen como consecuencia de la satisfacción del logro alcanzado. Con esta referencia ¿cuales son las actitudes adecuadas que no vayan fuera de los límites de la modestia? “todas aquellas que reflejen satisfacción”, sin caer en expresiones ofensivas a los demás, no confundir con la euforia  que es una sensación de intensa alegría y que se exterioriza muchas veces de forma exaltada.

Los límites del concepto de modestia están señalados mayormente por el contexto social al que se pertenece, el medio en el que se realiza la práctica deportiva define lo que es o no una actitud modesta, a esto se suma el criterio propio basado en la escala de valores y experiencias personales. Vale la pena resaltar que el fin de la modestia es evitar la inestabilidad emocional, más no desmerecer la importancia del éxito, el solo hecho de hacer deporte merece ser valorado para el desarrollo de una mente saludable.


Existen algunos riesgos en el mal manejo del término modestia, por ejemplo se puede descuidar el reconocimiento a logro alcanzado, necesidad normal en el ser humano y según la teoría de Axel Honnet la ausencia de reconocimiento afectaría la integridad, la autonomía personal y su autonomía moral, de ahí que la expresión de los sentimientos de satisfacción, felicidad cumplen un papel importante de la salud y más aun de la fortaleza mental. Otro riesgo es el de llegar a desarrollar actitudes negativas, una de ellas es la falsa modestia, que pretende provocar halagos por medio de comentarios como: ….Realmente no soy tan bueno….,…No me merezco tanto…,…lo  que he logrado no es nada…, u otras frases con las que se espera recibir una corrección gratificante que adule el ego.

El tipo de personalidad del deportista, influirá directamente sobre el efecto de los reconocimientos, que puede dar lugar a formas de respuesta que van desde un extremo donde están aquellos deportistas que por timidez sienten no merecer reconocimiento a los paranoicos que especulan sobre cual es el fin o el interés del halago. Sea cual fuere la conducta del deportista o del medio ante un resultado es importante insistir sobre la diferencia entre falsa modestia y modestia cuyo espacio abismal señala de un lado a los falsos de la verdad a cambio del halagó, a los manipuladores de los comentarios para recibir alimento para su vanidad, para su narcisismo, al presumido, hay que diferenciarlo del modesto que mantiene el equilibrio en el remanso de sus pensamientos, no requiere de vanagloria para su felicidad, no requiere de la jactancia para ser reconocido, sus méritos son virtudes admiradas por la seguridad que estos transmiten. Es por si mismo un ser maduro su alegría se torna en afecto percibido y disfrutado por los demás.

El deportista modesto reconoce la importancia de sus cualidades psicológicas, las cultiva como medio para asimilar las cargas  de entrenamiento, conoce de su potencial y se siente digno del mismo, lo exterioriza en su actitud y en palabras como muestra de capacidad, honrando aquello que representa no lo dice esperando alabanzas, sino como una muestra de respeto por si mismo y a los demás. No exhibe su destreza a cambio de la simpatía la exhibe como muestra de identidad, de congruencia con su lucha por ser un mejor  ser humano.

viernes, 23 de marzo de 2012

La Culpa es del Psicólogo.

Cuando los resultados deportivos no se dan en competencia según lo planificado, uno de los aspectos mas ligeramente abordados es la preparación psicológica, si realizado un entrenamiento adecuado o cuando la alimentación, descanso, equipo, u otros elementos han sido cuidados y trabajados para la competencia es fácil suponer que la culpa es de la preparación psicológica del deportista.

Ante un mal resultado no son pocos los críticos que consideran que el deportista se desconcentró, tomo una mala decisión, se puso nervioso desmotivado, esta falto de garra, incluso suelen algunos ser mas contundentes al opinar desde afuera y desde la lejanía calificando al deportista como miedoso, torpe, débil, materialista, por citar algunos términos escuchados en el campo de juego.

¿Es el psicólogo el culpable?

Subjetivamente podemos apreciar que al ser parte del cuerpo técnico del deportista el psicólogo es considerado muchas veces el único responsable de la preparación mental, no es raro escuchar decir a algún entrenador que falló la parte mental, es aquí donde vale una aclaración, la preparación mental debe ser concebida en la periodización del entrenamiento deportivo y los responsables son los miembros del equipo técnico con el entrenador a la cabeza, el trabajo interdisciplinario es fundamental.

¿Cuánto de entrenamiento mental se programa por sesión de entrenamiento?, ¿se planifica el trabajo psicológico?, ¿se han realizado valoraciones sicométricas?, ¿considera el entrenador el diagnóstico psicométrico en la planificación?, estas y más preguntas nos ofrecen una panorámica más completa. Más aún existen aspectos como conflictos emocionales, dificultades psicosociales, familiares, etc., que son aspectos que también influyen en el estado mental del deportista, es por ello que no se puede valorar ligeramente el estado mental de un deportista en competencia y menos aún desmerecer el trabajo y esfuerzo de años en los breves momentos que duran las competencias.

Decía John Wooden que un buen resultado es el haber hecho lo mejor posible, la realidad muestra tristemente como algunos dirigentes, entrenadores, periodistas, padres, compañeros, están obsesionados por el resultado, menoscabando la esencia del espíritu deportivo, el Olimpismo propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo y el respeto por los principios éticos universales.

La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana dijo un emperador francés hace mas de dos siglos, debe ser por ello que consideraba la victoria como mas peligrosa, es el momento oportuno para los aduladores, para quienes quieren tomar parte del éxito y aprovecharse del esfuerzo ajeno, de entre los elementos útiles en una derrota o mal resultado podemos discernir con quienes contamos en las situaciones difíciles, quienes están allí no para recibir sino para ofrecer, sabremos entonces quienes asumen su parte de responsabilidad y quien te hecha la culpa.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Desarrollo de la Fortaleza Mental en el Deportista




El desarrollo de la fortaleza mental de un deportista en la actualidad cuenta con varias opciones, en especial en países desarrollados donde la psicología deportiva ha ido adquiriendo cada vez mas acogida por quienes descubre el beneficio que esta aporta, el entrenamiento y la educación progresiva de las habilidades mentales posee hoy mas que nunca diversas opciones practicas y de alto nivel de eficacia.


Sin embargo hay que destacar que en nuestro medio aun es limitado el alcance de la psicología deportiva, es común apreciar el desarrollo de habilidades mentales en los atletas por métodos de aprendizaje simples, el adquirido por ensayo y error. Varios de nuestros deportistas destacados han logrado por medio de la práctica ir sumando experiencias y sacando nuevas conclusiones, ellos son sus propios psicólogos, y en varios casos el entrenador ha sido esencial en el fortalecimiento mental.


Evidentemente existen habilidades deportivas de suma importancia que solo se puede adquirir o desarrollar con la experiencia, el roce internacional, con competencias de alto nivel, pero para optimizar esas experiencias es necesario contar con una base de conocimientos que permita aprovechar instancias como las antes nombradas. Si para una competencia voy desprovisto de un plan, de un objetivo de rendimiento mental, a ciegas, desconociendo que habilidades puedo desarrollar, poner a prueba o fortalecerlas, el camino del aprendizaje se hará lento, inútilmente largo.


Fortalecer la mentalidad del deportista involucra un trabajo integral e interesado de las partes, es claro que se necesita interés y dedicación en lograr un proceso efectivo y perdurable en la forma de entrenar la mente. El rendimiento deportivo de excelencia es posible, nuestros atletas confirman constante que tenemos el talento, la capacidad para alcanzar mayores logros, los conocimientos están, el potencial es una realidad, es importante que se sumen fuerzas para mejorar la mentalidad del deportista ecuatoriano.


Pautas a considerar para un trabajo mental en el deportista:

· Metas, elaborar metas, ajustarlas, reformarlas, evaluarlas en función de su avance y consecución hace posible el logro de sueños, cada gran objetivo es precedido de metas diarias conquistadas, la superación es un estilo de vida.

· Relajación, el dominio de si mismo requiere de la habilidad de relajarse, el descanso, la recuperación, el control de si mismo, el rendimiento, no es útil si el deportista no sabe relajarse, existen infinidad de técnicas, cada atleta puede escoger alguna que se ajuste a sus requerimientos o personalidad.

· Actitud Positiva, donde pensamientos y acciones se enfoquen en lo saludable, mirar aquello que entusiasma, escuchar lo que anima, energiza, sentir agilidad, vitalidad, poder, hará que incremente las posibilidades de un buen rendimiento.

· Concentración, desarrollar enfoque, visión de lo que pretendo antes de iniciar la competencia, suprimir el ya veré en la pista, el me molesta que…, cambiarlos por la determinación en el rendimiento sean cuales fueren las condiciones de competencia.

· Visualizar, imaginar las respuestas ante posibles situaciones adversas, visualizar el rendimiento, el resultado deseado, generar opciones tácticas, facilitar la flexibilidad de la mente ante situaciones complejas.

· Flexibilidad, es elemental conocer que las emociones como el dolor, temor, rabia, ansiedad, estrés, etc., son normales y necesarias pues cumplen con una función de adaptación, orientar estas emociones, entenderlas para guiarlas en beneficio propio hará la diferencia, ¿Qué harás pese al dolor o pese al temor…

· Leer, conocer, aprender constantemente, adquirir nueva información, actualizarse sobre la disciplina que practica, su reglamento, sus mejores exponentes, tiempos, marcas, formas de entrenamiento, mejores exponentes, robustecerá su mente.


Franklin Ramón

Psicólogo Deportivo