jueves, 23 de junio de 2011

EL CODIGO DE BUSHIDO


El conjunto de las artes marciales en su mayoría poseen un común ancestro filosófico que es el Código Bushido, un código ético que definía el camino del guerrero samurái, sus principios estaban orientados a preparar al ser humano para luchar con honor hasta la muerte, sin perder los valores esenciales. Así un samurái se convertía en un caballero y guerrero modelo de tal manera que la deshonra o la falta al código se recuperaba con solo con el autosacrificio, el seppuku.

Una vez que él guerrero está preparado para el hecho de morir, vive su vida sin la preocupación de morir, y escoge sus acciones basado en un principio, no en el miedo.

Tan implacable y coherente doctrina permitió que muchas artes marciales basaran sus raíces filosóficas en el Bushido, dotándoles de una base espiritual que sin duda es lo que ha determinado su esplendor y surgimiento a través de la historia. Las artes marciales modernas, sobre todo las desarrolladas en occidente no poseen todo el énfasis de la tradición japonesa probablemente por la dificultad de transponer aquellos rasgos culturales, pero sin lugar a duda el código de Bushido siempre sera esa fuente de virtudes necesarias no solo para la practica del deporte sino tambien la fuerza motivadora de bravura y honor deportivo.

Probablemente esa visión novelesca del guerrero samurái generado por el cine no ha permitido optimizar su valor, pero es innegable que el mantener un código de ética en las artes marciales o cualquier otra disciplina deportiva permitirá conservar los valores deportivos y humanos que son esencia de un espiritu en constante superacion.

"Cualquiera puede introducirse en lo más reñido de la batalla y morir. Es fácil para un patán, pero para un samurái es verdadera decisión justa en la ecuanimidad, y un verdadero valor saber vivir cuando ha de vivir, y morir cuando ha de morir".

Los siete principios.

Estos son los siete principios que rigen el código de Bushido, la guía moral de la mayoría de samuráis de Rokugan. Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo, y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras.

1. GI (Honradez/Justicia)
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
2. YU (Valor heroico)
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado, es peligroso, pero sin duda también sabe vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
3. JIN (Compasión)
Mediante un entrenamiento intenso el samurái se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres, ya que desarrolla un poder tan grande que debe ser usado solo para el bien de todos. El samurái debe tener compasión. El samurái debe ayudar a sus hermanos en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
4. REI (Cortesía)
Ser un guerrero no justifica la crueldad. Los samuráis no tienen motivos para ser crueles, no necesitan demostrar su fuerza a nadie salvo a sí mismos. Un samurái debe ser cortés siempre, especialmente hacia sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto hacia sus oponentes, el samurái no es mejor que los animales. Un samurái es temido por su fiereza en la batalla, pero es respetado por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.
5. MEYO (Honor)
El auténtico samurái solo tiene un juez de su propio honor, él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es en realidad. Nadie puede ocultarse de sí mismo, y los samuráis no son una excepción.
6. MAKOTO (Verdad absoluta)
Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en este mundo lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de dar su palabra. No ha de prometer. El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. “Hablar” y “hacer” son, para un samurái, la misma acción.
7. CHUGO (Deber y Lealtad)
Para el samurái, haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Las palabras de un samurái son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya, por ello el samurái debe tener cuidado con el camino que sigue.

"Quienes se aferran a la vida mueren, quienes desafían a la muerte sobreviven"
Uyesugi Kenshin (siglo XVI)

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